domingo, 15 de junio de 2014

Ferocidades.

Había algo en ella que me resultaba terriblemente atractivo...
No era su rostro. Tampoco las curvas de su cuerpo. Ni sus ojos color esmeralda, ni su melena negra como el ala de un cuervo. No.
Era su mirada, aguda y penetrante. Esa manera que tenía de mirarme fijamente a los ojos, como si quiera ver mis más profundos pensamientos.
Eran sus gestos, sencillos pero sensuales. La manera que tenía de mover sus manos, de cruzar las piernas, de recogerse el pelo.
Era su voz. 
Dios, su voz. Su preciosa y sensual voz. Esa voz que salía de sus carnosos y encarnados labios. 
Su voz, dulce melodía de mi corazón, tenía algo que no era de este mundo.

Y mis instintos no me fallaban. Ella no era de este mundo.

sábado, 7 de junio de 2014

Lembranzas.

Ás veces lembro as túas mans sobre a miña pel, e penso en todo o que sentín. Esa sensación no peito que facía que me costase respirar ao mirarte aos ollos. Aquel benestar que me producía collerte da man e sentir que todo iría ben, que nada podería ferirme mentres ti estabas comigo.

Despois de tanto tempo sigo pensando en ti. Por qué? Porque fuches a única persoa deste mundo que foi capaz de tocar a miña alma, a única que fixo que fora eu mesma por un tempo.

E agora? Agora sinto e á vez non sinto nada. Por moito que me esforce non logro sentir por ninguén o que sentín por ti. Podo encapricharme, podo querer, pero nunca amar.

A capa de xeo que cubriu o meu corazón cando te fuches aínda está ahí, esperando a que alguén logre derretila dunha vez por todas, agardando a que curen a mña ferida con bicos cheos de amor verdadeiro. Será eso posible? 

Din que o tempo todo o cura, pero a verdade é que a ferida que me deixaches quedará marcada en min para o resto da miña vida.

domingo, 1 de junio de 2014

Pluvia.

Hoy me he puesto a llorar sin motivo aparente...

Muchas personas piensan que llorar es de débiles, de individuos que no tienen la suficiente fuerza para seguir adelante, de gente que se derrumba a la mínima.

Yo opino que llorar es la forma que tiene el cuerpo de ahogar las penas del alma. Llorar no es algo malo, sólo es un alivio, un descanso, una pausa. Llorar es dejar que tus sentimientos fluyan sin miedo, libres: la alegría, la pena, la rabia, el enfado corren por las mejillas sin que nada pueda deternerlos.
Para mí llorar significa sentir, significa liberarse de todo eso que una persona lleva dentro.

No nos engañemos, llorar no es de débiles. Débil es aquella persona que se rinde a la primera, que no llora, se guarda todo dentro y no se libera, de manera que los sentimientos lo consumen poco a poco, hasta que perece con ellos.